Los murciélagos pueden provocar asma y rinitis

Los murciélagos que conviven de incógnito con los seres humanos en sus propias casas, ya sea dentro de los taparrollos de las persianas o en los desvanes deshabitados, representan un peligro real para la salud. Y no sólo porque la inusual mordida de alguno de estos mamíferos voladores pueda transmitir la rabia; su sola presencia es de por sí insalubre.

Un grupo de investigadores de la División de Alergia e Inmunología del Hospital de Clínicas recibió el Premio Julio A. Cruciani 2000, que otorga cada dos años la Asociación Médica Argentina (AMA), en reconocimiento a un original trabajo de investigación: el primero en demostrar que los murciélagos pueden desencadenar problemas alérgicos, o empeorar los ya existentes.

“Al igual que el polen, los ácaros, las cucarachas y otros elementos alergénicos conocidos, hemos demostrado que las heces, la orina y los pelos de los murciélagos pueden causar rinitis (resfrío crónico) y asma“, explicó el profesor Angel Alonso, jefe de la División de Alergia e Inmunología del Hospital de Clínicas y director del trabajo premiado.

Un hallazgo casual

“Nuestra investigación comenzó de un modo algo casual -reconoce el profesor Alonso-. Un día, hace varios años, vino al hospital una joven que padecía asma y que aseguraba que cada vez que entraba en su dormitorio empeoraba.”

En un primer momento, Alonso pensó en culpar a ácaros, hongos y otros microscópicos inquilinos de los problemas respiratorios que sufría la paciente. Pero cuando ésta deslizó el comentario de que escuchaba ruidos extraños y que sentía un olor muy desagradable proveniente del taparrollos de la ventana sospechó que la causa estaba en otro lado.

“Cuando abrimos el taparrollos del dormitorio descubrimos que estaba lleno de murciélagos, y que sus heces y su orina eran la fuente del mal olor”, recuerda este investigador. Fueron necesarios cinco años de trabajo para confirmar la sospecha de que eran estos indeseables intrusos la causa de los problemas alérgicos de la paciente y de muchos otros más.

“Para confirmar la hipótesis de que ciertas proteínas (antigénicas) presentes en las heces, la orina y los pelos de los murciélagos son una fuente de aeroalergenos, trabajamos con cobayos y conejos para observar sus respuestas inmunes e inflamatorias”, explica el doctor Máximo Soto, que participó junto a los médicos Krikor Mouchian y Julio Albónico en el trabajo laureado por la AMA.

Los investigadores también estudiaron a 47 pacientes con rinitis o asma bronquial que, al igual que la paciente que dio lugar al estudio, sufrían un incremento de sus síntomas cuando permanecían mucho tiempo en el interior de sus casas.